Seamos prudentes con nuestros hijos
Quienes de nosotros no hemos tenido un mal día, en el que todo no nos sale como lo planeamos, solo queremos llegar a casa y olvidarnos del mundo entero.
Pero llegamos a casa y nuestros hijos no han arreglado su cuarto, no han empezado a hacer sus tareas y están peleando con sus hermanos.
Nuestro mal humor explota y nos descargamos con ellos, diciéndoles cosas que los llegan a herir. ¿Cómo podemos controlarnos ante esta situación?
Un consejo que te podemos dar es reconocer que la situación que está pasando te molesta, debemos también salir unos segundos del ambiente en donde están nuestros hijos, tratar de calmarnos y pensar antes lo que se va decir y de esta forma más calmada hablar con ellos de las cosas que te han molestado y buscar la solución de cómo resolverlo.
Es bueno como padres reconocer si en algún momento los hemos lastimado con nuestras palabras, y pedirles perdón haciéndoles sentir que no los quisimos herir con lo que dijimos.
Recuerda que la palabra es una herramienta con la que podemos construir o destruir las relaciones con nuestros hijos.
Seamos prudentes y sabios antes de hablar.
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Saludos,